Profesor: Pablo León

La causa de cada patología o enfermedad, independientemente del diagnóstico que nos dé un médico, es el desequilibrio entre intoxicación y eliminación.

Es decir, la cantidad tóxica que ha entrado, es superior a la que ha salido.

Todos estamos intoxicados, porque tenemos una toxemia retenida, una enfermedad latente que, por el momento, se halla “aparcada”.

Por tanto, esta obstrucción es la causa última de todas las enfermedades.

El problema que nos está ocurriendo, es porque nuestra Energía Vital está constantemente siendo empleada en “Procesos de Digestión” y como resultado, de “defensa”.

Incluso si hemos practicado dietas que se presuponen más sanas, cómo macrobióticas, vegetarianas, veganas, ya que mantienen frenados nuestros procesos naturales de eliminación, a costa de factores que requieren gasto de vitalidad, cómo: muchas comidas que piden muchas digestiones en el día, incompatibilidades de alimentos, sobre alimentación, suplementación, medicación, excitantes, estimulantes. También hay otros factores que mantiene “frenada la eliminación”, cómo la práctica deportiva y otras actividades físicas a intensidades.

Pero, no podemos de un día para otro desintoxicarnos volviendo a comer Frutas y Hojas Verdes, puesto que, provocaremos que todas estas mucosidades se presentaran en gran volumen de golpe de forma violenta a nuestro sistema sanguíneo, produciendo incluso la muerte o Síntomas de Eliminación molestos imposibles de sostener, porque el resultado es incompatible con la vida.

Ponernos a comer alimentos vitalizantes, adaptados fisiológicamente a nuestro aparato digestivo, en este momento tan intoxicados que estamos, es peligroso, ya que disuelve esa obstrucción y acelera nuestros procesos de eliminación, por encima de las posibilidades y capacidades de nuestros órganos emuntorios. Llegando a colapsar el sistema, trayéndonos cómo: fallo de órganos, síntomas agudos de eliminación, exceso de acidificación, etc.

Precisamente por este motivo es que muchas personas llegan a este sistema con órganos dañados y con una enorme carga tóxica.

Por ello, es que proponemos una “Transición lenta, pausada, pero, sostenida”. Realizando tratamientos naturales, de estética y dietas de Progresión, que nosotros hemos bautizado con el nombre de: “Programa Para El Retorno al Paraíso Terrenal”.